San Telmo
acuarelas de
El artista argentino
residente en Sevilla presenta una exposición individual de sus acuarelas en
Madrid.
Para un ciudadano de Madrid, que le hablen de
Buenos Aires no es una quimera.
Son ciudades hermanadas por la literatura, el
arte y la política. Han sido sedes mutuamente de oposiciones, desarraigos,
ostracismos y búsquedas artísticas, literarias y, cuándo no, económicas.
Por tanto no puede resultar extraño que un
arquitecto, que ha vivido tantos años en Buenos Aires como en Sevilla, recale
en la Capital del Reyno para expresarse de la forma que mejor le cuadra:
dibujando su ciudad, mejor dicho su barrio, el territorio donde tres
generaciones, abuelos, padres e hijos se hicieron recuerdos en las calles
empedradas y húmedas de llovizna.
El material que se presenta forma parte de un
itinerario vivencial que durante la ya memorable pandemia, ignorante de límites
físicos y distritos censales, mantuvo confinado al autor, no sólo en su barrio
sino, para mayor gloria, en la casa contigua donde nació su abuela materna, y
enfrente del conventillo donde vivió su segundo matrimonio su otra abuela, la
paterna.
Lo que para un escritor hubiera sido un libro de
relatos o una novela, para un arquitecto, fogueado en publicaciones de
edificios y guías de arquitectura histórica de ciudades, se condensó en una
guía urbana y arquitectónica, donde las fotos se convirtieron en un detallado
trabajo de pluma fuente y acuarela, y las vivencias y recuerdos en la breve
historia del barrio y de cada uno de los singulares edificios y rincones
elegidos para estructurar un recorrido desde la mítica Plaza de Mayo, con sus
ecos de libertad y el doloroso silencio de las madres girando en torno de la
pirámide famosa, hasta las barrancas del Parque Lezama, sitio venerable donde
Don Juan de Garay fundó por segunda vez la ciudad, ya que al primero, Don Pedro
de Mendoza, se lo desayunaron los nativos, eso dicen... Ciudad aluvional en lo
mineral, capa sobre capa de limo, y en lo social, gentes sobre gentes de todas
partes del mundo y de su propio país. Tan difícil de hacerse realidad que hubo
que fundarla dos veces.
Cada ilustración es un edificio o un sitio, y
cada uno de ellos es una historia que jalona el tiempo desde la Colonia
dependiente de España hasta la superpoblada y moderna Buenos Aires de los años
30/90 de los ejemplos más recientes del siglo XX. El objetivo es que recorra mi
barrio en las paredes del centro de Arte Contemporáneo, tome fotos, compre el
catálogo o el libro, se siente en su casa con una copa a disfrutarlo
tranquilamente, o se saque un billete en clase económica y se vaya a visitarlo in
situ, guiado por el plano y las historias y se tome un café o unos mates en
la Plaza Dorrego al amparo de un tango y una pareja que lo baila.
Esta exposición de dibujos es un testimonio
más, ínfimo pero cálido y comprometido con la conservación del patrimonio
arquitectónico y urbano, con la memoria social y antropológica de sus habitantes,
con la sensibilidad que despierta el respeto y amor por nuestros antepasados,
familiares o vecinos y amigos y que no pretende pasar a la historia de nada
sino que se quede prendido como la llama de una bujía en el alma del visitante.
Eso espero.
Marcelo Martín
Noviembre de 2022
Visitas
Lunes a
Viernes de 10 a 14 y de 17 a 20
Sábados
de 10 a 14