PRESENTACIÓN DEL
LIBRO
DESAPARIENCIA
NO ENGAÑA
poemas
de
Nestor Pónce
e imágenes
de
Paula Noé
y
Luis Felipe
Noé
Viernes 13 de
diciembre a las 20 h
Entrada libre y
gratuita
Participan
Claudio Pérez
Míguez
director de
Del Centro Editores
Néstor Ponce
autor
Desapariencia
no engaña, poemas de
Néstor Ponce e imágenes de Paula Noé y Luis Felpe Noé. Del Centro Editores.
Edición totalmente artesanal y única de cien ejemplares firmados y numerados por
su autor, impresos en papel Fabriano de 160 g en carpeta entelada y papel
estampado a mano.
Imagen de Luis
Felipe Noé para Desapariencia no
engaña
Estrellas
en el Río de la Plata
Río de la Plata, Avión militar
1977, septiembre
¿caída? / el tajo
se abre
hacia el cuerpo
va hacia el fuego
un grito hacia el agua
se mece
como una
campana de luz
Néstor Ponce
Néstor
Ponce. Autorretrato Martín
Fierro. Me
peleo con amigos entrañables porque no nos gustan los mismos autores. Me
desespero porque mis hijos no leen. Escribo resúmenes de novelas en la escuela
primaria y les resumo las obras completas de Borges a mis estudiantes. Si veo
que un colega ha dejado un libro dado vuelta en un escritorio, en medio de una
reunión, no puedo evitar el darlo vuelta para leer el título. Visito ciudades
maravillosas y siempre me encierro por lo menos una vez en una librería. Recorro
estantes de majestuosas y de polvorientas bibliotecas públicas de barrio y de
bibliotecas de, cuando visito a un amigo examino los libros alineados en
salones, pasillos, cuartos de baño. Hurgo en revisteros. Duermo en casa de
amigos, donde jamás abriría un cajón o el botiquín de primeros auxilios, pero me
resulta imposible resistir a la tentación de estudiar los lomos de los libros,
de hojear páginas de lenguas incomprensibles. Estoy escribiendo estas líneas y
suena el teléfono a las 8h 05 para pedirme precisiones sobre mi dirección porque
me llega un paquete de libros de México con mi última novela. Encuentro en
librerías de viejo joyas de bibliófilo que dormían a la espera de que alguien
las descubriera. Hago estadísticas mentales sobre el porcentaje de lectores
rumbo al trabajo matinal en el métro de París, en el subte de Buenos Aires, en
el metro de Madrid. Durante años me creí un bicho medio raro, un fenómeno
extraño, pero con el tiempo me di cuenta que los lectores formamos parte de una
sociedad secreta, de la que no se conoce el número exacto de miembros ni el
grado de compromiso, cuyos miembros ignoran su mutua existencia –cuidado: tu
vecino, tu futura novia, tu hijo y hasta tu peor enemigo pueden integrarla-,
pero que están repartidos en los mil rincones del vasto mundo. Los libros me han
hecho descubrir la magia de las palabras, la furiosa ternura de la imaginación
y, sobre todo, me han enseñado a amar la vida, la
verdadera.