Presentación del libro
El cadete Vargas Llosa
La mejor ficción nace de la realidad
de Sergio Vilela

La presentación estará a cargo de
Sergio Vilela, autor
Santiago Roncagliolo, director de la colección
Rafael Ceballos, editor

Jueves 27 de enero, 20 h
Entrada libre y gratuita
Al finalizar el acto, el autor firmará ejemplares del libro.


El cadete Vargas Llosa. La mejor ficción nace de la realidad. De Sergio Vilela. Alcalá Grupo Editorial. Colección La vida real. 2011.


Por imposición de su padre que quería hacer de él un hombre, un imberbe joven de clase media llamado Mario Vargas Llosa fue enviado al Colegio Militar Leoncio Prado. Ahí conoció el abuso y la violencia, así como la sexualidad desesperada de sus compañeros de armas. Años después, convirtió esa experiencia en la novela que lo descubriría ante el mundo: La ciudad y los perros. En este reportaje, Sergio Vilela reconstruye la terrible adolescencia que Vargas Llosa transformó en literatura, y que marcó también sus obsesiones políticas: el autoritarismo y la barbarie. El resultado es una historia que se lee con la fascinación de las mejores novelas, y que nos da las claves biográficas del escritor en vivo más importante en lengua española. Sergio Vilela rastreó con gran eficacia, ubicó a mis compañeros de cuadra, aquellos de quien yo fui perro y quieres fueron perros míos. “Produjo un modelo de reportaje periodístico que incluso para mí fue toda una revelación de cosas que no sabía sobre mí.” Vargas Llosa, Feria del Libro Lima 2008. Me alegra mucho que por fin se difunda más ampliamente la tan bien contada historia de cuando nadie en el Colegio Militar de La ciudad y los perros, imaginaba que el joven Vargas Llosa, también conocido por Flaco, Poeta, o Bugs Bunny, sirviéndose de su callada sabiduría literaria, le inventaría al lugar un pasado legendario. Una investigación formidable de Sergio Vilela sobre el mundo real que se oculta detrás de aquella memorable gran novela. El cadete Vargas Llosa nos sumerge en la era del behind the scenes, en los interiores, en las locaciones, y más aún, en los seres de carne y hueso que alimentaron la mente de aquel joven Mario Vargas Llosa.
Alberto Fuguet