Cianotipos y Cianogramas

 

Ginés Castillo

 

 

Inauguración

 Jueves 31 de marzo de 2022, 20h

 Clausura sábado 30 de abril de 2022

 

 

  

Interesado en la fusión de diferentes técnicas, Ginés se decanta en esta muestra por la cianotipia  y la goma bicromatada como técnicas de positivado fotográfico.

 

Encontramos obras de pequeño y mediano formato en papel Guarro o tabla entelada.

 

Su propuesta artística gira en torno a la forma, a la composición, con los rayogramas de Man Ray como referente.

 

La cianotipia en su origen consistía en la impregnación de un papel con sales ferrosas para utilizarse posteriormente como contacto mostrando en el lavado un color azul prusia. Fue utilizada para planos en su inicio en el siglo XIX. La técnica se conoció gracias a los álbumes herbarios de Anna Atkins.

 

En el trabajo de Ginés el proceso de generación de la imagen se logra gracias a la fijación de un pigmento (acuarela) en un papel gelatinado y tratado con goma arábiga y dicromato potásico.

 

La goma bicromatada también se desarrolló en el siglo XIX con un resultado a caballo entre la fotografía y la pintura. La goma arábiga se endurece en presencia de la luz gracias al dicromato potásico. En este proceso si se añaden pigmentos se pueden conseguir copias en tricomía, cuatricomía, etc.

 

La imagen proyectada se produce dando un resultado muy personal, un lenguaje plástico único.

 

Ginés observa, analiza, estructura para dejar un resultado plasmado que parece el efecto de un impulso pero su obra no es pictorialista, donde la técnica es secundaria, para él la técnica es el camino por el que  llegar a ese descubrimiento de la forma y de la esencia. Experimenta cada proceso, explora y llega a los límites.

 

Muestra su interés en dar importancia a materiales aparentemente fútiles, que resaltan como protagonistas en su universo, trasladándonos a esos lugares donde nos lleva la emoción.

 

A veces, parece que informalista, escoge el resultado surgido pero es una percepción errónea, él lo mide, lo pesa, lo repite, lo anula, hasta que aparece esa gota dorada, esa chispa que hace de su obra ese milagro de la fotografía como pincel.

 

 

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