Presentación del libro
JOSÉ MARÍA EGUREN
CARTAS, IMÁGENES Y MANUSCRITOSREUNIDOS EN OCASIÓN DEL CENTENARIODE SIMBÓLICAS (LIMA, 1911)
Edición de Julio Ortega
Lunes 17 de octubre, 20 hENTRADA LIBRE Y GRATUITA
ParticipanJosé de la Puente BrunkeDirector del Instituto Riva-AgüeroPontificiaUniversidad Católica del PerúJulio OrtegaProfesor en Brown University, EEUU, y editor del libroClaudio Pérez MíguezDirector de Del Centro Editores, Madrid
Algunos de los facsimilares que componen el libro
José María Eguren. Cartas, imágenes y manuscritos reunidos en ocasión del centenario de Simbólica (1911). Edición de Julio Ortega. Del Centro Editores e Instituto Riva-Agüero, PontificiaUniversidad Católica del Perú. Madrid. 2011. Edición de 100 ejemplares firmados y numerados por Julio Ortega y José de la Puente Brunke. Incluye: notas de Julio Ortega y José de la Puente Brunke; 15 cartas enviadas a José María Eguren por César Vallejo, Manuel González Prada, Juana de Ibarborou, José Eustasio Rivera, José Carlos Mariátegui (3), Xavier Abril (2), Pedro S. Zulen (4), Gamaliel Churata y José de la Riva Agüero y Osma; 2 tarjetas postales enviadas a José María Eguren por Xavier Abril y José Santos Chocano; 2 cartas escritas por José María Eguren a su sobrina Precilda (Teresa Eguren Mendivil); 8 poemas manuscritos de José María Eguren: Kábala, Noche III, Campesina, A Mericita, Romanza de Lima, La barca luminosa, El parque y Abejita de oro; 3 fotografías en miniatura tomadas por José María Eguren, Autorretrato de José María Eguren. La gran mayoría del material reunido es totalmente inédito. Los pocos documentos que se han publicado lo han sido en su transcripción, siendo la versión facsimilar inédita en todos los casos. El volumen esta presentado en caja especialmente diseñada, revestida en tela y papel estampado a mano. La edición está hecha en forma artesanal. ISBN: 978-84-92816-57-6.
José María Eguren (Lima, 1882 - 1942) Poeta peruano. Toda su vida se desarrolló entre la capital y algunas haciendas aledañas. A partir de 1897 estableció su hogar en el balneario de Barranco; entre 1931 y 1940 trabajó en la biblioteca del Ministerio de Educación Pública. Eguren gustaba de caminar a campo traviesa, observando los insectos y las aves, trazando apuntes para sus óleos y acuarelas, o echando mano a una cámara de su invención que tomaba fotos ovaladas de tamaño diminuto (poco más de un centímetro). A pesar de su voluntario apartamiento de la vida pública, gozó de la admiración y afecto de hombres de la talla de Manuel González Prada, Abraham Valdelomar y José Carlos Mariátegui, entre otros. Ellos lo instaron a publicar sus poemas, considerados como la muestra más honda y depurada de la estética simbolista en lengua española. La aparición de Simbólicas (1911) es tomada como un hito en la superación del modernismo, ya que actúa como la fundación de la poesía contemporánea del Perú, instaurando una tradición todavía viva y vigente en la actualidad. Junto a César Vallejo, Eguren es, así, el poeta peruano más importante del siglo XX. A su primera colección de poemas siguieron La canción de las figuras (1916), Sombra y Rondinelas, las dos últimas publicadas por vez primera en Poesías (1929), que completan su obra poética, en la que se refleja su búsqueda de trascendencia y su nostalgia de mundos perdidos o extraños. Eguren enriqueció el lenguaje con regionalismos, arcaísmos, neologismos e, incluso, palabras inventadas. En sus últimas poesías, se inscribió en el mundo de las vanguardias europeas en lo referente al uso de la metáfora y la imaginería del sueño. Hacia 1930 Eguren empezó a escribir breves piezas en prosa, los llamados Motivos estéticos, de intención poética y filosófica; estos motivos, aparecidos en diversas re vistas durante la década de los treinta, fueron recogidos póstumamente en un volumen, en 1959. Artista versátil, Eguren también se dedicó a la pintura y la fotografía. Sus acuarelas revelan la influencia de los impresionistas franceses y los pre-rafaelistas ingleses. Aunque no se dedicó a la música, ésta fue muy importante como referente cultural. Siguiendo la estela de los simbolistas franceses, escribió que "la música es la más metafísica, la menos pesada, de las artes...." En su obra aparecen timbales, violines, pianos, acordeones, flautas, tambores; algunos de sus poemas se titularon "Lied", en referencia a las piezas de Robert Schumann, y sus compositores preferidos (Beethoven o Mendelssohn) también aparecen en sus estrofas.